En una sala de Tokio que vibraba con el pulso de dos culturas entrelazadas, creadores taiwaneses vieron cómo sus historias verticales cobraban vida ante ojos japoneses. El 29 de octubre de 2025, la ceremonia del "2025 International Vertical Reading Comic Contest" celebró no solo viñetas, sino sueños compartidos: un puente entre la efervescencia digital de Taiwan y el legado mangaka de Japón. Para estos artistas, muchos trabajando en soledad frente a pantallas, el aplauso fue un recordatorio de que una sola página puede unir continentes y corazones.
Un concurso que une horizontes creativos
Este certamen, impulsado por Rakuten, la Agencia Taiwanesa de Contenidos Creativos (TAICCA) y Contents Lab. Blue TOKYO, busca talentos en el formato vertical a todo color, ideal para el auge de ebooks en Taiwan. Su meta es simple pero profunda: descubrir narrativas frescas que inspiren colaboraciones Japón-Taiwán, transformando ideas locales en obras globales. En un mercado donde el scroll vertical redefine cómo absorbemos historias, el concurso invita a explorar ritmos nuevos, donde cada panel fluye como un río, capturando emociones en movimiento.
Los ganadores que despiertan curiosidad
Sin un oro este año, el podio se llenó de plata y distinciones que prometen continuidad. El silver award recayó en "Something is Happening in Hell" de Jin Yun, un fantasy de infiernos revueltos que también conquistó el reader popularity award por su tirón entre votantes. Compartiendo el silver, "One Point for Evil" de Udalin, un BL que acumula puntos en la delgada línea del mal. Rena Matsui, actriz y novelista que ofició como jueza especial, otorgó su premio a "Paper Sewn Doll" de Takekawa Shishi, un horror misterioso tejido con tradiciones funerarias que la atrapó desde la primera página.
Las menciones honoríficas completaron el mosaico: "Dead Body's Eyes" de Yang Bai, un BL de miradas póstumas; "Beast Dream Traveler" de Bai Dayu y Hato, un viaje fantástico entre bestias y sueños; y "This Is Not an Otome Game" de Meiro, un romance que tuerce los hilos de los juegos otome. Cada obra, con su premio en efectivo —desde 500.000 yenes para silver hasta 100.000 para menciones—, lleva implícita una promesa: serialización en plataformas taiwanesas y japonesas, como R-TOON de Rakuten.
Voces que resuenan con gratitud y asombro
Jin Yun, doblemente premiada, habló de la soledad creativa que da paso a la conexión: "Crear es un trabajo aislado, pero con un encanto inmenso. Recibir este reconocimiento en Japón, cuna de la cultura manga, me llena de alegría. Quiero superar barreras lingüísticas y culturales en mis futuras obras". Udalin, debutante en vertical, añadió: "Es mi primera vez en este formato, y el cariño recibido me motiva. Con apoyo, llevaré esta historia al mundo entero".
Takekawa Shishi, radiante bajo los reflectores, prometió: "Seguiré creando con dedicación; cuenten conmigo". Matsui, visiblemente conmovida, explicó su elección: "Desde la primera página, el dibujo me enganchó. Como japonesa, descubrir la costumbre de paper dolls en funerales fue una revelación fresca, y cómo se teje en la trama me fascina. Quiero saber qué sigue". Sobre las menciones, elogió: "Cada una tiene un gancho único —horror, sueños cumplidos, ecos de otome games que me son tan queridos. Me dejan ansiosa por más". Para todas, resumió: "Estas historias se grabaron en mi corazón".
Organizadores soñando con expansiones globales
La ceremonia también fue un foro para visiones compartidas. Wang Min-Hui, directora de TAICCA, resaltó los lazos: "Japón y Taiwan comparten gustos en entretenimiento; el manga y anime son ídolos allá. Este concurso busca obras con potencial infinito: de viñetas a musicales, animaciones o dramas". Mai Hanamiya de Contents Lab. Blue TOKYO recordó su encuentro con webtoons taiwaneses hace una década: "En un intercambio Japón-Taiwán el año pasado, vi historias que hipnotizan con narrativas innovadoras. Me inspiró crear este espacio para talentos individuales, llevando Taiwan a más ojos".
Takahashi Sorio, ejecutivo de Rakuten, evocó su niñez lectora: "El manga moldeó mis emociones y mundos internos. Aquí, siento las raíces culturales de estos creadores en formato vertical, y fue un deleite. Nuestro sueño: empoderar artistas globales, ayudando a que Taiwan irradie sus obras al mundo".
En un año donde las pantallas verticales dominan trenes y pausas diarias, este concurso susurra una verdad: las historias taiwanesas, con su frescura y profundidad, enriquecen el vasto océano del manga. Para Jin Yun, Udalin y sus pares, no es solo un premio; es un comienzo, un hilo que teje futuros compartidos entre islas vecinas.
Fuente: Comic Natalie