Yui Aragaki se viste de periodista para homenajear a Rumiko Takahashi

Yui Aragaki volvió a encontrarse con Rumiko Takahashi tras 14 años desde aquella inolvidable grabación de la versión en carne y hueso de Ranma. Con un guion de preguntas que ella misma elaboró, Aragaki se adentró en el estudio de la creadora para descubrir los secretos de uno de sus mayores referentes.

La charla comenzó con risas y algo de nostalgia. Rumiko recordó la sorpresa que sintió al ver a Aragaki cortarse casi 25 centímetros de cabello para encarnar a Akane, un gesto que evidenció la pasión de la actriz por el personaje. Yui, visiblemente emocionada, confesó que ese día marcó el instante en que comprendió la fuerza de “dar todo” por una historia que amas.

Como reportera improvisada, Aragaki disparó preguntas tan precisas como “¿en qué fase de creación decidiste el corte de cabello de Akane?” y “¿cómo fue idear esa fusión tan única de comedia escolar y artes marciales?”. Cada interrogante brotó de sus años de devorar tomos del manga y recrear escenas junto a sus amigas de la infancia.

Rumiko, con su tono afable, desveló que el peinado de Akane nació de su propia sorpresa ante el primer diseño: necesitaba un look que funcionara igual en chica y chico, con vestuario chino y coleta. Entre anécdotas de viejas oficinas editoriales y cajas de bocetos, la autora dejó retratar cómo un personaje “se toma vida” una vez que dejas de darle forma en el papel.

Aragaki trasladó al público su gratitud por aquellas páginas que le enseñaron el valor de “amar con total libertad”. La actriz narró cómo, de niña, reescribía escenas de Ranma como un cuaderno de historias compartidas, un hobby que la impulsó a soñar con convertirse en un día en creadora.

Al cerrar el encuentro, ambas coincidieron en que la esencia de una gran historia reside en el cariño con que la alimentas. Rumiko agradeció la devoción de su entrevistadora y Yui, con una sonrisa cómplice, prometió seguir reviviendo el legado de aquellas páginas que, hace décadas, le salvaron de la indiferencia y la llevaron al corazón de un universo inolvidable.

Fuente: Oricon

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