Cuando los primeros acordes de “Zankoku no Yoru ni Kagayake” de LiSA retumbaron en las salas de cine, nadie imaginó que Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba Infinity Castle – Akaza Sairai superaría una gesta que duraba un cuarto de siglo. Con US$128.6 millones recaudados en Norteamérica, el primer film de la trilogía Infinity Castle desbancó a Tigre y dragón (2000) como la película internacional no inglesa más taquillera en ese mercado.
Lejos de detenerse, el fenómeno atraviesa océanos. Hasta el domingo 12 de octubre, Box Office Mojo, Deadline y The Hollywood Reporter sitúan su recaudación global en unos asombrosos US$648 millones, suficiente para ubicarla en el quinto puesto de la lista anual, por delante de grandes superproducciones como Cómo entrenar a tu dragón (US$635.7 millones). Mientras tanto, The Numbers apuntó una cifra cercana de US$637 millones, un margen que no empaña la hazaña.
Parte de este éxito late fuera de Japón y algunos territorios asiáticos: en los mercados gestionados por Crunchyroll y Sony, el film ya supera los US$336 millones, tras sumar US$3.5 millones en 62 territorios durante el último fin de semana. Con 67 millones de entradas vendidas globalmente y 82 359 480 810 yenes (unos US$568 millones) acumulados hasta el 22 de septiembre, la película pulveriza récords tanto en taquilla como en cantidad de espectadores. En Japón, ya lleva más de 24 millones de tickets y 35 064 331 400 yenes (US$242 millones) tras 73 días en cartelera.
Demon Slayer Infinity Castle no solo escribe historia en cifras: es el primer anime en liderar la taquilla de EE. UU. dos fines de semana consecutivos y el primero en sobrepasar los US$100 millones en ese país sin ajustar por inflación. Su estreno debutó con US$70.6 millones, superando por más del doble el récord anterior de Pokémon: The First Movie (US$31 millones) –ajustado y no ajustado por inflación– para la categoría de anime en Norteamérica.
Dirigida por Haruo Sotozaki en ufotable, con guion también de estudio ufotable, la cinta combina la energía de Aimer en “Taiyō ga Noboranai Sekai” con el inconfundible estilo visual de la saga. Mientras los fans celebran y las salas registran llenos completos, el reto ahora es mantener este pulso hasta cerrar la trilogía. El próximo capítulo promete emociones tan intensas como las de Infinity Castle, y los seguidores ya cuentan las horas para volver a empuñar su Nichirin y unirse al combate definitivo.
Fuente: ANN