¿Qué harías si despiertas en un mundo medieval como un niño esclavo, sin nada que perder, pero con la dificultad ajustada al máximo?
Así comienza la historia de Allen, un ex empleado de oficina solitario de 35 años, hastiado de los videojuegos fáciles. Tras años buscando una experiencia que lo rete de verdad, la vida —o algo más— lo transporta a otro mundo donde todo es hostil, lento y brutal: un sistema sin guías, sin atajos, sin recursos. Hell Mode activado.
En este nuevo universo, Allen no solo debe aprender a sobrevivir, sino a dominar una extraña habilidad: la invocación. Un talento considerado marginal, incomprendido por quienes lo rodean. Pero Allen, firme en su obsesión por las reglas complejas y el progreso meticuloso, ve en ella una puerta. No a la gloria fácil, sino a la construcción paciente de poder real.
La serie, que se estrenará en enero de 2026, pone sobre la mesa una premisa poco convencional: el protagonista no es favorecido por el destino, no tiene aliados poderosos ni conocimiento previo del mundo. Su avance depende exclusivamente de su resistencia mental y capacidad estratégica. No hay manual, no hay comunidad digital que lo respalde. Solo su memoria de gamer y una voluntad tozuda por superar lo insuperable.
El elenco incluye a Shion Tamura en la voz de Allen, Mayu Iizuka como Clena, Tasuku Hatanaka interpretando a Dogora y Sayaka Senbongi en el rol de Cecil. La producción corre a cargo de FelixFilm, con un equipo creativo que apuesta por una narrativa cruda y progresiva, más cercana a una crónica de supervivencia que a un típico cuento de fantasía.
Hell Mode es, en el fondo, una historia sobre cómo enfrentar la adversidad sin pedirle clemencia al mundo. Un título que parece hablarle directamente a quienes alguna vez quisieron que los videojuegos reflejaran la complejidad —y dureza— de la vida misma.
Fuente: Oricon