“Ao no Sumika” ya no es un opening: es una despedida que duele

“Ao no Sumika” y la nostalgia que duele: Kitani Tatsuya sobre la versión acústica que acompaña a Gojo y su pasado

No todas las canciones nacen para ser escuchadas. Algunas, como “Ao no Sumika”, parecen escritas para quedarse en el cuerpo. No importa cuántas veces la hayas oído: cada nota resuena como una despedida que aún no querés soltar.

Con el estreno de Jujutsu Kaisen: The Movie Compilation – Kaigyoku/Tamaori, Kitani Tatsuya —el artista detrás del tema principal— habló sobre la nueva versión acústica de su canción. Y lo que cuenta no es solo un cambio de arreglo: es un viaje emocional hacia el centro de la tristeza.

Estoy feliz de que hayan vuelto a elegir Ao no Sumika. Para mí, esta canción ya estaba ligada a Kaitama y Tamaori, y ahora suena justo después de que la historia termina. Quise reimaginarla para ese momento: cuando ya se sabe todo, cuando ya se ha perdido algo.”

Esta versión acústica, que estará disponible desde el mismo día del estreno, busca algo distinto. Si el opening original tenía esa vibra brillante de juventud en fuga, esta nueva lectura está llena de eco y herida. Como una carta que se reescribe después de haberla enviado.

“Cuando es la canción que suena antes de la historia, uno puede jugar con los tonos, dejar algo de luz. Pero cuando suena al final, después de ver lo que ha pasado… ya no hay margen. Tenía que ser más triste. Más real.”


Una canción que muta, como los recuerdos

Kitani no se limitó a tocarla distinto. Recompuso la atmósfera entera: cambió los arreglos, su forma de cantar, y sin embargo, mantuvo ese hilo invisible que la conecta con el alma de la historia.

“No quería que sonara forzada, como si no perteneciera al mundo de Jujutsu Kaisen. Así que cuidé cada detalle para que acompañara el cierre sin traicionar el espíritu de la obra.”

Y cuando vio la nueva versión junto al tráiler, algo dentro de él también cambió:

“Es extraño. Ya había visto esa escena. Pero con esta versión… fue como si la estuviera viendo por primera vez. Es una historia que parece refrescante al principio, pero esconde una tristeza profunda. Ahora, esa dualidad también está en la música.”


La oscuridad no está en la fantasía, sino en nosotros

Cuando se le pregunta por su visión de Jujutsu Kaisen, Kitani no habla de maldiciones, ni de batallas espectaculares. Habla de humanidad. De esa oscuridad que todos llevamos puesta, como una sombra discreta.

“Es una historia dura, pero no por sus monstruos, sino porque retrata lo que somos capaces de hacer, o de callar. Y por eso me conmueven personajes como Panda o Choso. Son raros, incluso aterradores… pero ahí, entre lo extraño, aparece algo profundamente humano.”

Sí, Panda es un cadáver maldito, y Choso, una encarnación maldita. Pero para Kitani, son “los más cálidos”, los que aún conservan una forma de ternura torpe, como quienes han visto demasiado y aún así no se rinden.


Un mensaje para quienes volverán a mirar el dolor

Kitani Tatsuya

Para cerrar, Kitani deja una invitación sincera a volver al cine, incluso para quienes ya vieron la historia:

“Aunque el material es el mismo, la edición cambia la textura de todo. Es como leer algo que ya conocés, pero con otros ojos. Y la versión acústica de Ao no Sumika es parte de eso. Si entran con el corazón abierto, puede que descubran algo distinto. Yo mismo quiero verla así.”

Tal vez eso es lo que hace única esta colaboración: no es solo música acompañando imágenes. Es un eco emocional que sigue sonando cuando la pantalla se apaga.

Fuente: Oricon

Artículo Anterior Artículo Siguiente