Con los fuegos artificiales desprendiendo humo celeste -el color de su partido Nuevas Ideas (NI)-, seguidores de la formación uniformados lanzando vivas a Bukele y los votantes allí arremolinados sacando entre empujones sus teléfonos móviles para inmortalizarlo, aquello parecía más un mitin electoral o un concierto de rock que el acto de un candidato depositando su voto.
Pero Bukele, antiguo publicista, conoce como pocos el poder de la comunicación, mostrándose al mundo como un mandatario moderno (le acompañaba su distintiva gorra blanca), pero implacable, escoltado por decenas de miembros de las fuerzas de seguridad.
La canción elegida para acompañarle en su camino a las urnas tampoco fue casual: "It's the end of the world as we know it (and I feel fine)", de R.E.M. Bukele terminó durante su legislatura con ese El Salvador conocido por todos, el de la violencia de las pandillas, pasando, dice, a convertirse en el país más seguro de Latinoamérica.
Como reza la letra, todo comenzó con un "terremoto", o en el caso del país centroamericano, con la imposición hace casi dos años de un régimen de excepción que limitó las libertades y encerró en masa a unas 75.000 personas, tanto pandilleros como inocentes.
Y quedó satisfecho con el logro, como repite el estribillo: "Es el fin del mundo como lo conocemos / y me siento bien".
Youtubers
Bukele se hizo esperar. Desde su oficina anunciaron que llegaría a votar entre las 12:30 y las 13:00 horas (18:30 - 19:00 GMT), pero no apareció hasta dos horas después, mientras decenas de periodistas de medios locales e internacionales esperaban bajo un afilado sol.
Una barrera separaba a los medios de comunicación de los puntos para depositar las papeletas, un rigor que se diluía bastante con el batallón de youtubers, animadores abiertamente del fenómeno Bukele, situados con libertad de movimiento al otro lado de la valla.
"Ahí está la gente de la prensa que ya no puede más", decía en su retransmisión la youtuber española Elena Berberana cerca del punto de votación de Bukele. Antes había tenido una discusión con varios periodistas. "Esa chica sí no se deja", comentaba una de sus asistentes.
Junto a ella, durante gran parte de la retransmisión, se encontraba el youtuber argentino César Moreno, animando durante una entrevista con otro youtuber salvadoreño a "los comunicadores de contenido que están en la calle y tienen el termómetro exacto".
César y Elena, dos youtubers que eran incluso reconocidos por los votantes salvadoreños, que les pedían hacerse fotos con ellos, como un padre con su hijo con la camiseta rosa de Messi. Algunos incluso se habían trasladado ahí solo para inmortalizarse con ellos.
El youtuber de la comunidad 'El Salvador Dron', imparable durante horas, iba comentando en voz alta a sus 3.422 espectadores los detalles de la votación de Bukele, mientras entrevistaba a miembros de su partido y seguidores.
"El Salvador está de fiesta, Dios Bendiga a Bukele", afirmaba el youtuber, mientras iba agradeciendo a los que hacían comentarios desde Los Ángeles, Miami, Honduras o Costa Rica. "Desde Nicaragua, ¡viva Bukele!", decía uno de los comentarios que leyó en voz alta.
"Esto es un sueño o una realidad", se pregunta el youtuber, explicando que ahora podía recorrer El Salvador y nadie le roba, no tiene problemas como antes. "La Policía o el Ejército son héroes nacionales", "este es otro país".
Parece que el único problema, para todos ellos, es la falta de batería, buscando ansiosos cargadores o enchufes para seguir al son de Bukele con sus retransmisiones en directo.
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