El canal Maximum Effort, que está disponible para transmitir en plataformas como Fubo, Amazon Freevee y Tubi, adquirió los derechos de la clásica comedia y entretejerá los nuevos segmentos patrocinados, a los que llama «Maximum Moments». La compañía trabajó con el creador de ALF Paul Fusco y Shout! Studios para desarrollar los patrocinios.
“En Maximum Effort, nos encanta correr riesgos y desdibujar las líneas entre los espectáculos y el patrocinio porque creemos que ambos pueden ser igualmente entretenidos”, aseguró Reynolds en un comunicado.
“Además de mi amor irracional por ALF mientras crecía, una de las razones por las que licenciamos este programa fue precisamente porque Paul, Shout! Studios y nuestros intrépidos socios de marca querían conspirar con nosotros para devolverle la vida a ALF. ¡Sintoniza este Caturday!”, añadió el escrito.
El canal Maximum Effort se lanzó en junio, como parte de un acuerdo que la compañía firmó con Fubo. Reynolds está al frente de parte del contenido, incluida una serie en la que lee cuentos para dormir a los espectadores.
Sin embargo, adquirir los derechos de una comedia de situación clásica y luego integrar contenido nuevo con el personaje principal es un paso en una nueva dirección para los canales de transmisión gratuitos con publicidad, que se basan en la tarifa adquirida clásica, pero generalmente se mantienen alejados del contenido original.
El infierno de los actores de ALF
Si bien pasaron muchos años de su debut y terminó de muy mala manera porque los actores vivieron un verdadero infierno, especialmente los niños de la familia. Benji Gregory, que interpretaba a Brian Tanner, se alejó de Hollywood y se enlistó en el ejército, mientras que Andrea Elson (Lynn Tanner) sufrió bulimia porque le exigían simular que era una niña de 15 años durante las cuatro temporadas que duró el programa, que tuvo un total de 102 capítulos.
Anne Schedeen, que interpretaba a Kate Tanner, reveló que “no había alegría en el set” y que llegaron a tener jornadas que duraron 14 horas. Mientras que Max Wright, que interpretaba al padre de familia, aseguró que “era un trabajo duro y muy lúgubre (…) tenía muchas ganas de que terminara”. Su carrera fue en picada, especialmente cuando es 2001 lo encontraron consumiendo drogas en una fiesta sexual con más hombres. Desde 1995 padeció una enfermedad que pudo controlar hasta 2019, que murió a los 75 años.